.

.
Cuentos de la antigua Grecia

sábado, 26 de octubre de 2013

En el origen


En ésta entrada presento unos vidrios grabados al chorro de arena con los que se compone una ventana corredera de dos hojas.


 La particularidad más interesante es que cuando se desliza una de las hojas sobre la otra se percibe una tercera imagen que es la suma de los dos cristales translúcidos.


Se ha estudiado el diseño para que la suma de las dos imágenes cuando una ventana está sobre la otra, y los momentos de transición que se producen en el recorrido al deslizar una hoja por delante de la segunda, tengan un sentido estético.
Todo ello está concebido como un elemento de irradiación central en el que confluyen y del que parten todas las formas.

sábado, 19 de octubre de 2013

La Luz


Hoy os presento una lámpara. 
Su sentido es señalar la presencia del sagrario 
y del propio Jesucristo dentro del tabernáculo.
Es la luz que en toda iglesia anuncia que Jesús vive y
está presente.




La simbología de este tipo de objeto es muy rica y expresiva.
Yo he planteado una luminaria de vidrio grabado al chorro de arena y estructura de madera.
Tiene tres caras grabadas con círculos entrelazados, siendo el diseño de cada vidrio distinto.
En la pared frontal se entrelazan once círculos con tendencia ascendente y un pequeño punto central 
que, en total, sumarían doce elementos.
Formalmente son una amplificación de la llama misma;
intentan potenciar y extender la acción de la luz.



En las paredes laterales hay seis círculos entrelados 
dispuestos en patrón circulas apartir de un punto central.
Sumando las dos paredes de nuevo hacen doce elementos.

La forma general de la lámpara es un farol
apuntado en sus extremos, 
suspendido de un vástago perpendicular a la pared.
Posee unas varillas que atraviesan el soporte y que quieren dar 
un aire musical, ligero, ascendente
a toda la pieza.

La parte superior de la lámpara sugiere una cruz transformada por las varillas en algo menos rígido y seco.
Pero las reminiscencias, aunque lejanas y transformadas, a la cruz están ahí.

La parte inferior es una caja de luz de diseño trinitario:
tres lados grabados, y que evoca una 
esperanza de luz perpétua.



La lámpara se ha instalado en la iglesia de San Frutos de Segovia
en septiembre de este año.
Así queda en el entorno 
más cercano.

sábado, 12 de octubre de 2013

Con el cosmos al fondo


Hoy presento unos bajorrelieves que "acompañan" a unas esculturas y que pretenden realzarlas y separarlas del entorno circundante. El trabajo tiene su origen en el deseo de una parroquia segoviana de que dos imágenes de madera en su color natural se apreciaran algo más pues el fondo de la pared era algo obscuro. A su vez no podían destacar demasiado, pues toda la pared es un esgrafiado en el que se narra una historia con sus personajes y su hilo argumental. En resumen todo esto no podía ser lo protagonista del templo.



Así queda la escultura, en este caso de María con el niño Jesús, con la incorporación del fondo.
Estos fondos son un bajorrelieve de madera policromada. En el caso de la imagen de la Virgen, el fondo es una estrella o flor de seis lóbulos.



El segundo panel tiene un sentido vertical y una irradiación periférica. Sirve de fondo a una imagen de San Frutos, patrono de Segovia.


Así queda el conjunto. La sensación general que he querido transmitir es la de energia, irradiación hacia afuera, emisión de claridad y luz de los santos hacia el exterior ...

Desconozco quienes son los autores de las esculturas. La de San Frutos es del siglo XX, y la de la Virgen del siglo XVI y policromada en origen. Todo ello está en la parroquia de San Frutos en Segovia.

sábado, 5 de octubre de 2013

La cerdita "Segovia"


Hoy os presento un trabajo realizado a principios de este verano.
Por iniciativa municipal, y para una serie de exposiciones y actividades realizadas en las fiestas de Segovia, se propuso a una serie de artistas (aproximadamente 30), pintar una escultura de escayola con los motivos y colores que a cada cual se le ocurriese.
Como véis en las fotografías la escultura que nos proporcionaron a todos era la de un cochinillo de tamaño natural.


Desconozco el porqué de la elección de ese animal: si sobre todo hay un interés por publicitar el plato fuerte de nuestra gastronomía, o si también pesa el hecho de ser un animal totémico para nuestros ancestros celtibéricos, pues como sabéis elegían al toro o al verraco como icono o animal mágico.
Yo me he agarrado a esta idea, y pinto sobre la piel de la cerdita "Segovia" una ciudad que la recorre de cabo a rabo, y que es ella misma.
No tengo fotografías de los momentos en que la piara de cerditos estuvieron juntos; pero si os puedo decir que era un grupo multicolor y de lo más divertido.