Veo una figura preciosa, esbelta llena de luz, que emerge de ramas o llamas doradas. Tus trazos, cada día me gustan más, Mariano. Besos frágiles, como tu ángel.
Este Ángel nos visita cada día. Contemplo esta imagen. Está llena de rostros. Los rostros de lo cotidiano. Llevo esos rostros conmigo. Ese ángel somos cada uno de nosotros. Su Rostro es mi rostro. Gracias. Gracias.
Acrílico sobre lienzo. 61 x 50 cm. 2011
4 comentarios:
Ojalá todos tuviéramos la visita de un ángel como éste, tan hermoso.
¿Cömo decirle que no?
Veo una figura preciosa, esbelta llena de luz, que emerge de ramas o llamas doradas. Tus trazos, cada día me gustan más, Mariano.
Besos frágiles, como tu ángel.
Le espero a este ángel.
Este Ángel nos visita cada día. Contemplo esta imagen. Está llena de rostros. Los rostros de lo cotidiano. Llevo esos rostros conmigo. Ese ángel somos cada uno de nosotros. Su Rostro es mi rostro. Gracias. Gracias.
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