Terra Patrum es el título de éste cuadro. También está expuesto en el museo del vino de Cariñena. Junto al cuadro he colocado el siguiente texto de S. Chueca:
"Los augurios son propicios. Los dioses han dado su bendición al emplazamiento. El sacerdote recita sus oraciones ante el mundus, el estrecho foso excavado, la primera incisión en este territorio sobre el que se levantará la ciudad. Los jefes de las tribus forman un semicírculo y escuchan. Después, uno tras otro, depositan en la zanja el puñado de tierra que guardaban en su mano cerrada. No es tierra cualquiera, es suelo sagrado, el que guardaba el resto de sus mayores. A partir de este momento, tampoco el suelo que pisan es tierra cualquiera. La nueva ciudad se enraizará en terra patrum, la tierra de los padres. Será patria."
6 comentarios:
Soy testigo de dos cosas, este rostro impresiona a quien lo contempla. Tiene la fuerza de la convicción y la seguridad.
Después del texto que acompañas uno entiende que la patria tiene más que ver con la sangre que con otra cosa
La anterior entrada era mía y no sé porque la he debido de suprimir.Te respondo Amando.
Si eso es llamativo, pero a mí me llamó la atención del texto el hecho de que relaciona la acción de fundar algo, en este caso una ciudad nueva, con el vínculo entre padres e hijos, entre presentes y ausentes.
La tierra.
La sangre.
Trasladadas de un sitio a otro.
Expresión. La expresión de la cara lo dice todo.
Un abrazo.
No pierdo la esperanza de ver este cuadro con tanta fuerza y belleza al natural
Chus: Seguro que lo vés.
Publicar un comentario