Acrílico sobre tabla. 68 x 60 cm. Otoño 2009
Este cuadro no lleva título a propósito. No quiero inducir a nadie a que piense nada apriori sobre mis intenciones. El observador debe esforzarse un poco y mirar, observar y sacar sus propias conclusiones. Todo importa en el cuadro: colores, formas, gestos, fondos, texturas; y a la vez nada es determinante y nada está hecho con premeditación absoluta... El cuadro también me lleva a mí; yo no le llevo a él. O mejor dicho, bailamos a la vez y ninguno lleva la voz cantante plenamente: a veces él, a veces yo.
7 comentarios:
Pues mira Mariano, igual crees que el hecho de ponerle un título a un cuadro puede inclinar al observador hacia una opinión u otra. No es mi caso. De hecho sobre más de uno, anterior a toda esta serie que tu has titulado, ya te di mi opinión y ahora también lo voy a hacer. Tanto en éste que hoy nos traes, como en todas tus obras , lo que yo veo es la fuerza de la mirada. Posiblemente "viajes" con tu obra como bien dices, dejándote llevar por el personaje o siendo tu la "batuta" que dirige este viaje, sea como fuere, aquí es él el que domina con su mirada que en este caso es una mirada de bondad infinita. Los trazos un tanto "duros" no quitan ternura a ese rostro porque la paleta empleada no es nada agresiva. Y todo ello, tanto paleta ,como trazo, como esos rostros de miradas poderosas que pintas son, por lo que he podido ver hasta ahora, la factura de tu obra. Difícilmente podría pasar un cuadro tuyo desapercibido.Un abrazo.
PD.: En la galería en que trabajaba había vuelto a exponer mucha obra de óleo sobre tabla. Siempre me ha gustado y veo que tu también la utilizas.
No entiendo de texturas. No entiendo de colores. No entiendo de muchas cosas. Entiendo, acaso, porque eso no ha cambiado en el ser humano a lo largo de la historia de miradas, de sonrisas. Y aquí veo ternura y hondura y paciencia y conformidad.
Y si le llamáramos Esopo, como un filósoto, o si le llamáramos Pater Familia...
No sé a mí me da seguridad, pero sobre todo confianza, mucha confianza y serenidad...
Hay veces en las que el personaje conduce al escritor, es inevitable, quizá te ocurra a ti con el modelo, o eso entiendo que nos quieres comentar.
Y no me extraña.
También, se me ocurre ahora contemplando con más detalle los trazos que rodean su cabeza, quizá pueda ser el poeta que venció la competición y le dieron como premio la corona de laurel...
Es un hombre bueno, sabio y afable. De eso no hay duda, lo refleja su cara, es decir tu pintura. Es un hombre importante y sencillo, la capa que adivino le otorga, como dice Amando, un Cum Laude.
Te lo doy también, sigues haciendo unos retratos magníficos y además eres tu propio crítico. Me encanta.
Besos que lleguen a tus manos.
Héroe griego por su dignidad, poder y majestad...podría ser Agamenón.
Que talentoso eres. Me encanta lo que miro, llegue por pura casualidad y me quedé mirando todo tu arte, te saludo desde un país hermoso: México! Sigue adelante!
Gabrielle: Gracias por tus buenos deseos.
Un abrazo desde Segovia.
Mariano
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